El saber de la Química Aplicada a la Estética

Desde sus comienzos el espíritu humano se muestra profundamente estético: nuestro antepasado paleolítico aprecia ya, y busca la belleza en todas sus manifestaciones.  

 

Los tratamientos estéticos llegaron  al país hace más de 20 años, con metodologías y equipos  especializados traídos de Europa,  poco a poco la enseñanza y práctica de esta ha ido escalando posiciones importantes en la economía nacional. Las esteticistas fundamentan su actividad profesional en la utilización de productos cosméticos, técnicas manuales y uso de aparatología. 

 

Tradicionalmente en las instituciones dedicadas a la enseñanza de la estética facial y corporal,  se han impartido conocimientos de química cosmética consistentes en el estudio de conceptos generales de química orgánica e inorgánica, estos en muchos casos aislados totalmente del mundo de la estética y por lo tanto de la realidad laboral de la esteticista. El dilema radica en cómo debe ser diseñada e implementada la estructura pedagógica  y cuales deben ser las estrategias didácticas que son necesarias implementar para que la enseñanza de la química cosmética tenga verdadera aplicabilidad en el desarrollo de la actividad profesional de la esteticista, es decir, cual o cuales son las estrategias metodológicas más adecuadas que se deben implementar para  suministrar fundamentación científica, teórica y práctica al futuro  usuario de cosméticos, para que éste utilizando su agilidad manual y/o la aparatología pertinente,  pueda obtener valiosos y efectivos resultados estéticos en sus pacientes.  

 

“La buena imagen es factor de éxito, y una de las condiciones exigidas para ciertos puestos de trabajo importantes”.  Es fundamental que el estudiante entienda primariamente los conceptos éticos que implican la atención de seres humanos como son sus pacientes, seguidamente es pertinente que aprenda a analizar a cabalidad las ilusiones, expectativas, necesidades, esperanzas y demás inquietudes que motivan al  paciente a tomar la decisión de someterse a un tratamiento estético específico, si esto se consigue,  la esteticista logra establecer los objetivos que debe cumplir con la puesta en marcha de un tratamiento determinado y en este estadio es cuando surge la verdadera necesidad del  profesional por conocer a fondo los conocimientos en el área de la química cosmética, ya que son muy claras las necesidades  que hay que suplir como son: analizar los  componentes que integran los productos cosméticos, las formas cosméticas y los beneficios y reacciones adversas que imparten estos productos una vez han sido aplicados en la piel. 

 

“La formación de grupos de trabajo o equipos de profesionales que acuden a un mismo fin ha sido un hecho importante en los últimos tiempos; los avances maravillosos en cardiología, astronáutica, etc., son ejemplos que corroboran esos éxitos”. Es importante que en cada momento el estudiante entienda de una forma muy clara, cuál es la relación que los contenidos estudiados en la asignatura tienen con las otras materias que forman parte del  plan de estudios, ya que de esta forma comienza a entender porqué en las asignaturas de práctica se le enseñan determinados protocolos en los cuales se utilizan  tipos de productos cosméticos específicos y comienza a arraigarse en él su parte ética, ya que entiende que no puede utilizar un producto cualquiera e indiscriminadamente, sino un producto que debe cumplir con unos requerimientos exigidos para que su acción sea la esperada a satisfacción del paciente.

 

La química es una asignatura a la cual la mayoría de las personas le sienten temor y repulsión al inicio del curso,  es necesario llevar a cabo un trabajo de concientización  en los estudiantes  el cual debe pretender demostrar que la química si se puede ver, vivir, sentir y que está al alcance de todos. Por medio de la utilización de ayudas didácticas se introduce al estudiante en el mundo de lo que es invisible para el ojo humano y se introducen en los estudiantes nuevos conocimientos siempre ilustrando los temas con una experiencia, que servirá como ejemplo para ilustrar de manera sencilla lo que desea enseñar,   con el fin de realizar una clase más amena, que les permita realizar procesos analíticos y que facilite el entendimiento de los conceptos.

Elaborado por: Jacqueline Romero Sánchez

Ing. Química Universidad Nacional de Colombia

1 Comment
  • Rachel Medina
    Posted at 08:42h, 24 enero Responder

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