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Las Manos Todo Un Instrumento de Trabajo

“La mano es el instrumento de instrumentos.  La parte más útil del cuerpo, instrumento del cerebro, de una estructura perfectamente adaptada a sus diferentes funciones”

   Aristóteles.

 

Todos sabemos  que las manos son nuestra carta de presentación, el reflejo de nuestro trabajo, ocupación y de aquellas labores cotidianas, es por este motivo que debemos encargarnos de ellas como lo hacemos con nuestros ojos, rostro y cuerpo. Las manos demuestran el desgaste diario, las vemos en muchas ocasiones maltratadas, sin elasticidad, pálidas y en el peor de los casos con manchas que no en todos los casos son causadas  por el paso incesante del tiempo, sino que pueden ser consecuencia de un envejecimiento prematuro.

 

Existe en el mercado gran cantidad de cremas hidratantes, emulsiones y aceites que te pueden ayudar a minimizar todas estas molestias en las manos. Es importante que tu   esteticista  te indique la manera  adecuada de emplear el producto y que realice el tratamiento profesional en cabina, de esta manera veras resultados satisfactorios que con seguridad llenaran tus expectativas. 

 

La hidratación de las manos es igual de importante a la del rostro, por eso es conveniente  aplicar cremas hidratantes sobre las manos resecas, masajeando suavemente hasta absorber el producto.  El masaje debe efectuarse desde la punta de los dedos hasta el puño.

 

Es necesario realizar una vez por semana una exfoliación con el producto adecuado para retirar esas células muertas que están en la superficie y lavarlas luego con abundante agua tibia.

 

Es indispensable tener las uñas bien arregladas libres de impurezas y con un tamaño proporcionado,  dando un aspecto más agradable, suave, estético pero ante todo saludable.  

 

PASO A PASO

 

Parafina para las Manos

 

Realiza un riguroso lavado de manos, desde la punta de los dedos, espacios  interdigitales, dorso y palma hasta las  muñecas.

 

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Agrega  al lavado un granulado profundo, siguiendo el protocolo anterior. 

 

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Enjuaga con abundante agua tibia. Seca bien con una toalla desechable.  Agrega una ampolleta nutritiva de colágeno, elastina o reticulina, la penetración de estos componentes la debes complementar  con un ionizador o  manualmente con movimientos de tecleo.

 

Luego introduce cada mano en el recipiente que contiene la parafina tibia alternando una y otra, de 3 a 4 veces.  Entre más gruesa quede la capa de parafina en la mano, mayor grado de hidratación en la piel.  Déjala actuar por  cinco minutos.

 

Retira suavemente la capa de parafina de cada mano, limpia con tónico los residuos restantes y aplica una crema o emulsión hidratante o nutritiva.  Repite este  procedimiento una vez por semana.

1 Comment
  • Rachel Medina
    Posted at 08:44h, 24 enero Responder

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